¿Y si te digo ahora, que se pueden cambiar las actitudes de la gente sin ningún tipo de argumento?
Siempre hemos pensado que para persuadir a alguien debemos de alguna forma demostrar y argumentar que la opción que proponemos es la mejor de todas. Ya sea por medio de una razón que cambie el modo de pensar de la persona; un sentimiento que genere cierta atracción hacia la propuesta o al tratar de cambiar el hábito y la conducta.
Pero, ¿se puede persuadir a alguien sin dar ningún tipo de argumento? la respuesta es que sí.
Robert Epstein un famoso psicólogo americano graduado en Harvard ha estudiado y desarrollado notablemente este aspecto de la psicología: "persuadir sin argumentos", sobre todo centrándose en el tema del amor. Epstein ha demostrado a través del experimento al que denominó "Soul Gazing", que la ciencia puede ayudar a que te enamores.
Dicha prueba está hecha para que la experimentemos y seamos conscientes de la fuerza que puede tener una mirada. Por esta razón, me animé a hacerlo. Aproveché para ello el día de mi cumpleaños, porque una de las claves es que haya chicos y chicas que no se conozcan entre ellos, y justo mi cumple me había brindado esa posibilidad. Al invitar a amigos de diferentes grupos, algunos no se conocían así que me dispuse a poner en marcha el experimento.
Para ello, elegí a cuatro chicas y cuatro chicos que no se conocían. Les asigné a una pareja aleatoriamente y les entregué un papelito en el que estaban formuladas las siguientes preguntas:
La Persona que tienes en frente, del 1 al 10:
- ¿Cuánto dirías que te agrada?
- ¿Cuánto dirías que le quieres?
- ¿Cómo de cercano/a te sientes de el/ella?
- ¿Cómo de atraído te sientes por el/ella?
Recuerdo sus caras de asombro al leer las cuestiones, pues yo creo que lo último que se esperaban era eso.
Tras la sorpresa, se pusieron manos a la obra. Fueron valorando del 1 al 10 (siendo 1 la más baja y 10 la más alta) la persona que les había tocado, guiándose únicamente por una primera impresión. A terminar este paso, expliqué la fase siguiente:
Tenían que situarse uno delante del otro y mantener la mirada fija entre ambos durante dos minutos. De nuevo las caras de asombro y las numerosas risas de todos inundaron el salón. Por eso, tuve que pedir que se lo tomaran en serio que era realmente un experimento psicológico y merecía la pena hacerlo correctamente para obtener los resultados.
Así que, con un poco de esfuerzo comenzaron a mirarse fijamente.
... 1.57, 1.58, 1.59, 2.00. ¡Ya está chicos! dije entre risas. Después de los dos minutos tenían que volver a valorar a su pareja, y así lo hicieron.
¿¿Cambiarían las valoraciones?? Esto era lo que todos nos preguntábamos.
Me entregaron los papelitos (anónimos) y me dispuse a leer en alto los resultados.
¡¡¡TODAS LAS VALORACIONES AUMENTARON y no se conocían de nada!!!
Es cierto que hubo notas que se mantuvieron constantes sobre todo las correspondientes a la pregunta "¿Cuánto dirías que le quieres?". Pero el resto aumentaron entre 1 y 3 puntos.
Debo reconocer también que mis amigas estaban guapísimas :D
Lo que pasó el resto de la noche, no lo puedo contar aquí...es "material confidencial" :D
...¿surgiría el amor?
El experimento puso de manifiesto cómo la mirada es una de las formas más "intensas" para establecer una relación con alguien. Sin dar ni un solo argumento, mis amigos cambiaron de opinión en cuestiones como: la cercanía o el agrado, que en teoría, deberían variar según conoces a la persona y te das cuenta de que tienes cosas en común con ella.
Es decir, que nos miren a los ojos durante un tiempo, nos hace ser más vulnerables al cambio de actitudes y somos capaces de establecer incluso un vínculo emocional.
Hemos expuesto lo que sería el famoso "Soul Gazing", pero Epstein no acabó aquí sus estudios sobre este aspecto. Demostró también, en relación con el amor, que:
- Los lazos emocionales se fortalecen cuando las personas practican juntas actividades físicas (vete al gimnasio)
- Las personas tienden a unirse cuando se encuentran en situaciones arriesgadas o aterradoras (Haz puenting con alguien)
- Las personas crean también un vínculo emocional más fuerte cuando realizan algo nuevo juntos (Visitar un nuevo lugar)
- Y la mirada, como hemos experimentado antes. Aunque esto no quiere decir que debamos ahora ir mirando a todo el mundo en el metro o en la calle.
Cuando antes he mencionado el hecho de que nos volvemos más vulnerables cuando nos miran durante un tiempo, me refiero a lo siguiente: en primer lugar, cuando vemos a alguien que está en un estado débil (miedo, inseguridad...), a menudo sentimos una especie de instinto de protección por esa persona. En segundo lugar, cuando uno mismo se siente vulnerable, necesita un consuelo, un apoyo, necesita a alguien.
Si dos personas se sienten vulnerables al mismo tiempo, ambas tendencias pueden entrelazarse y aumentar sinérgicamente. Por este motivo, todos los experimentos mencionados funcionan porque de alguna forma sentimos un instinto de protección por el otro, incluso aunque no le conozcamos.
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