jueves, 6 de marzo de 2014

El poder psicológico de Instagram

Quienes conocen cómo se creó aseguran que no solo se buscó diseñar una plataforma tecnológica potente: también una estratégica arma emocional.


Esta aplicación que en octubre de este mismo año cumple tan solo 4 años de vida, fue lanzada en Apple App Store el 6 de octubre de 2010 y bautizada con el nombre Instagram.

Mike Krieger, el creador de Instagram afirmó que estaba realmente interesado en la psicología, y por ello, su creación no ha supuesto un triunfo tecnológico sino un éxito en el diseño y la psicología. Krieger aseguró que: "a la imagen respondemos con una emotividad más pura y por tanto va a ser más eficaz que Twitter".

Todos los que tenemos esta aplicación en nuestros móviles, conocemos bien su funcionamiento. Básicamente y a grandes rasgos, se trata de una aplicación con la que podemos compartir fotos y pequeños fragmentos de vídeos con nuestros seguidores y el resto de usuarios de la plataforma.


El crecimiento de Instagram ha sido increíble en los últimos años. El 27 de febrero de 2013, Instagram anunció que contaba con 100 millones de usuarios activos; y obtuvo un aumento de aproximadamente 10 millones de usuarios en poco más de un mes.



Al respecto, hemos recopilado 14 datos interesantes que tal vez no conocías sobre Instagram:
    1.  El 39% de los usuarios de Instagram tienen entre 16 y 24 años de edad.
    2. Para mediados del 2013, el tiempo promedio invertido por los internautas en Instagram alcanzó los 257 minutos.
    3. 40 millones de fotos se publican cada día.
    4. Se generan 8.500 “likes” por segundo.
    5.  De los usuarios de Instagram el 37% nunca ha subido una fotografía.
    6.  El 68%de los miembros de la red social son mujeres.
    7.  Los domingos son los días más efectivos para publicar en Instagram.
    8. Las grandes marcas tienen mayor actividad en dicha plataforma los jueves.
    9. Al hablar de filtros, Mayfair es el que más comentarios y “likes” genera.
    10. El número de interacciones aumenta hasta en 24% cuando en la gama de color de las fotografías predomina el azul.
    11. Para octubre del año pasado se calculaba que se habían compartido en Instagram 35 millones de selfies.
    12. De los mini-videos de Instagram 9 de cada 10 se comparten en Facebook.
    13. Nike, Starbucks y la NBA son las marcas más populares en Instagram.


    14. La audiencia total del primer anuncio de Instagram tuvo una audiencia de 6.15 millones de usuarios.

    Pero, ahora bien, ¿dónde radica el enorme poder psicológico que esta red tiene?

    La psicología de Instagram reside en dos aspectos:
    1.  Nos hace sentir buenos fotógrafos
    2. Nos da la impresión de que todo lo que hacemos gusta a los demás.
    ¿Cómo nos hace sentir buenos fotógrafos?

    Muy sencillo. Ese aspecto de foto instantánea de Polaroid tomada en los años 70, acompañada de los diecinueve filtros digitales, que te permiten transformar las fotografías mejorando su calidad con distintos colores, ambiente, bordes y tonos, han conseguido que asociemos nuestra realidad mundana y cercana a un contexto más histórico y memorable.
    Jugamos a que somos grandes fotógrafos con la ayuda de unos filtros “mágicos”, y nuestros seguidores reciben ese estímulo emocional. Creemos, al ver los resultados, que nuestras imágenes son realmente buenas y sentimos una especie de “autorreconocimiento”.



    Por otro lado, ¿de donde deriva esa sensación de que todo lo que hacemos gusta a los demás?

    En primer lugar cabe señalar que el uso de Instagram no es el mismo que el de Facebook. Instagram va más allá de la construcción de un “yo” perfecto, rodeado de amigos, sino que afecta a nuestra vida porque solemos fotografiar cosas que tenemos alrededor, y que son parte de nuestro día a día. Esto obedece al impulso primario de mostrar que estamos protegidos, que somos queridos en nuestra “tribu”, que somos más amados que otros. La necesidad de mostrarse, puede ser considerada una forma de auto-afirmar la existencia.
    Por ejemplo, esto explica la insistencia en fotografiar comida. Parece que queremos decir con una imagen de una ensalada, que no solo tenemos el terreno afectivo cubierto, sino que además estamos bien alimentados.






    A todo ello hay que sumarle los famosos “me gusta”. Necesitamos recibir esos Me gusta para que nosotros mismos y nuestros seguidores vean el éxito de nuestra foto.

    De esta idea derivan las famosas fotos “selfie”. Si somos de los que no podemos abstenernos de compartir fotos en el baño, en el gimnasio o comiendo un simple sandwich, entonces podemos decir que somos una persona selfie.

    El comportamiento conocido con este nombre es una tendencia que cada día está tomando más fuerza entre los jóvenes, hasta el punto de que acaba de ser nombrada la palabra del año 2013 por el Diccionario Oxford. (El uso de la palabra selfie, ha aumentado nada menos que un 17.000% sólo el año pasado)
    Se usa para describir a quienes se autofotografían y comparten estas imágenes en cuentas de Twitter, Facebook e Instagram.

    Al parecer, “selfie”, es una de las etiquetas más populares en Instagram. Según el estudio llevado a cabo por las universidades de Birmingham, Edimburgo y Heriot-Watt  quienes comparten muchas fotos de sí mismos, tienden a tener relaciones más superficiales y un peor sentido de la intimidad. Según palabras de Ana María Cardona Jaramillo, directora de la especialización en Psicología Educativa, "una persona que expone tanto su vida personal suele tener necesidades que no son tan evidentes. Pueden necesitar obtener reconocimiento por baja autoestima, y por ello requieren retroalimentación constante y respuestas como ‘estás bonita’, ‘estás teniendo mucho éxito’, etc. Este fenómeno se denomina “verificación del yo”: un proceso donde presento una identidad y la pongo a consideración de otros y espero su retroalimentación.

    Aunque también puede tener el efecto contrario. El acto de autofotografiarse, puede estar impulsado por la vanidad o narcisismo al estar de alguna forma posando todo el tiempo y viéndonos a nosotros mismos minuto a minuto en cada situación.

    Debemos destacar también a las personalidades famosas, que tienen un gran hábito de publicar fotos y mensajes en cada momento. Una forma  clara de darse a conocer y crearse su propia publicidad e imagen manteniéndose en los medios y generando expectativas sobre sus vidas. Es sin duda un acto que narcisista y de auto-afirmación, y al mismo tiempo tienden a humanizar su figura, mostrándose en un estado más natural y espontáneo, para empatizar más con sus seguidores.








    Tenemos que tener claro que se ha creado un mundo virtual en el que las personas, según reflejan los resultados, se muestran de una forma un poco distinta a lo que realmente son. Con lo cual, se abre una nueva y amplia área en la Psicología: el comportamiento del hombre en las redes. Debemos estar atentos a estos cambios y a la psicología que tiene cada una de las miles de redes sociales que existen pues el ser humano nos está sorprendiendo mucho y él ni siquiera es consciente.




    miércoles, 5 de marzo de 2014

    Más importante de lo que parece



    ¿Qué es el olfato?


    El olfato es un sentido por el cual detectamos y procesamos los olores de nuestro entorno. Este sentido es uno de los más primitivos, se identifica con nuestros instintos animales, y es considerado como el sentido más bajo al ser el receptor de los mensajes no verbales emitidos por el cuerpo. Esto ha llevado a que no le prestemos tanta atención, cuando de forma inconsciente nos guiamos por él, al ser el sentido más sensible que poseemos. 


    Comparado con el de los animales está menos desarrollado, ya que no dependemos de el para buscar comida, encontrar pareja o protegernos ante situaciones de peligro, pero a pesar de ello, es un gran aliado para estimular situaciones y emociones, al estar relacionado con el sistema límbico.

    El olfato del ser humano se acostumbra a los olores, haciendo que estos pierdan su efecto, y siendo este el motivo por el cual no percibimos los olores que forman parte de nuestra rutina, como puede ser el perfume que usamos diariamente.


    A diferencia del resto de los sentidos (tacto, gusto, vista, oído) es 10.000 veces más sensible, permite el reconocimiento de un olor de forma inmediata y esto se debe a que el olfato está directamente conectado con el cerebro. Una de las ventajas que ofrece es que funciona a distancias muy largas.


    ¿Cómo es el proceso olfativo?



    Los compuestos químicos (o moléculas de olor) que están por el aire entran por las fosas nasales y se disuelven en las mucosidades.

    Las mucosidades están directamente conectadas con las neuronas que son capaces de detectar miles de olores diferentes. Estas neuronas receptoras del olfato transmiten la información al bulbo olfatorio (o nervio olfativo) que en realidad forma parte del cerebro y manda mensajes directos al sistema límbico (donde se estimula las emociones y la memoria) y a la neocorteza (donde se modifican los pensamientos conscientes).

    Por eso, los olores nos traen a la memoria personas, lugares o situaciones, que muchas veces escapan a nuestro control consciente pudiendo de tal manera llegar a evocarnos sensaciones o incluso estados de ánimo.

    Relación olfato-emociones

    Dentro del sistema límbico hay que destacar la amígdala cerebral al ser el lugar en el que se almacenan las emociones. La amígdala se activa inmediatamente ante una percepción olfativa, cosa que no pasa con el resto de los cuatro sentidos. La doctora Rachel Herz, experta en la psicología del olfato, demostró esto. Llevo a cabo un experimento mediante el cual solicitó a diversas personas que expresaran las memorias asociadas a la estimulación particular de cada uno de sus cinco sentidos (gusto, tacto, vista, oído y olfato), utilizando un mismo y único objeto (por ejemplo un plato de comida). Los resultados mostraron que todos los sentidos funcionan como un canal para la recolección de datos desde la memoria pero que sólo el sentido del olfato trajo consigo las emociones asociadas a ese objeto. 

    Como ya hemos mencionado al principio, al igual que los olores pueden servirnos para identificar a una persona… ¿no podrían servir también para identificar una marca?

    Los olores no solamente son capaces de reactivar memorias y recuerdos, sino que también pueden influir en nuestro comportamiento.

    Un ejemplo de esto es el estudio (enlace) que evalúa la relación que existe entre un olor a limpio de una habitación y el comportamiento social de las personas. Los resultados fueron los siguientes: las personas que estuvieron en la habitación que olía a limpio actuaban de forma más generosa, con una mayor tendencia a la confianza y a la ayuda a los demás que las personas que se encontraban en otra habitación, que no tenía ningún olor en concreto. Este estudio pone de manifiesto la existencia de una relación entre el olor de un lugar y el comportamiento social de las personas.

    Teniendo en cuenta esto, algunas empresas ya han puesto en práctica varias acciones, y parece que el nuevo reto es hacerse con un odotipo; un olor único que sea agradable y que logre crear una percepción positiva en el consumidor aumentando las posibilidades e incitando a la consumición y contratación del bien o servicio que la empresa oferta. El odotipo es parte de la identidad de la marca que permite la asociación directa con esta. 

     


    La pionera fue Coco Chanel, actual marca de lujo, quien utilizaba su fragancia Chanel Número 5 para ambientar su tienda parisina. Un ejemplo más actual es la tienda de ropa Abercrombie cuyo olor es reconocido y asociado a la marca.


    Esto se conoce como marketing olfativo.


    El marketing olfativo se interesa por la forma en que el consumidor se adapta y reacciona a los olores. A continuación explicaremos una acción que se llevó a cabo en Seúl, Corea del Sur y que participó en el festival de creatividad de Cannes Lions de 2012.




    El caso de Dunkin Donuts



     

     
    Dunkin Donuts utilizo el sentido del olfato para promover el consumo de café de su marca en Seúl, ¿y cómo lo hizo?


    Ver (enlace vídeo) o Leer (↓)


    El objetivo que tenía la empresa Dunkin Donuts era aumentar el consumo de café en sus locales, pues los consumidores preferían acudir a otras cafeterías ya que no asociaban la empresa con la distribución de cafés. Su misión por lo tanto fue animar a la gente a que consumiese café en Dunkin Donuts.


    Dado que la mayoría de los coreanos  de Seúl usan el autobús en su día a día decidieron instalar un spray que lanzase aroma a café recién hecho cuando el jingle de Dunkin Donuts sonase por la radio, despertando, a través del olor, el deseo de tomarse un café. Cuando los viajeros se bajaban en la parada, lo primero que veían era una marquesina que publicitaba Dunkin Donuts que se había colocado de forma estratégica.







    El número de personas que experimentaron esta acción fueron más de 350.000.

    ¿Resultados?

    Los locales de Dunkin Donuts cerca de paradas de autobús incrementaron sus ventas en un 29%, recibiendo un 16% más de visitantes.



    No solo esta empresa ha llevado a cabo acciones en las que participe el olfato: Mars esparció aroma a chocolate cerca de sus tiendas para incitar a los viandantes a entrar. Pepsi aromatizó con cereza negra y vainilla sus encartes en la revista People y sus displays en las tiendas para promocionar Pepsi Diet Jazz.








    A través del olfato vivimos experiencias, pues los olores nos remiten a recuerdos de situaciones o de personas, que revivimos de cierto modo cuando los volvemos a oler. A partir de esas experiencias elaboramos juicios de valor que determinan nuestro comportamiento. Las marcas pretenden vender y crear experiencias buenas para el consumidor, para que posteriormente se asocien a sus productos y a la marca en sí, fomentando la elaboración de juicios de valor positivos para que el consumidor adquiera un comportamiento favorable hacia los productos y servicios de la empresa. ¿No es entonces una buena idea asociar olores a marcas?


    Documental para los más curiosos: